Indice
- Una leyenda de amor, muerte y traición en la Sevilla del siglo XV
- Y quien era Susona?
- Pongámonos en situación:
- Los judios, un colectivo oprimido en la epoca
- ¿Y…quien era DIEGO SUSON?
- ¿Pero cómo?
- La Susona por amor realizo una traición que marcaría el resto de su vida.
- ¿Eso es lo que haría realmente un caballero de la corte?
- ¿Es este todo el drama que se puede esperar de la Susona?
- ¿Pero…como acaba todo esto? Tiene un final feliz?
- ¿Crees que semejante actuación se llevó a cabo?
- Susona, has perdido la cabeza
- El azulejo decia:
- Para conocer más leyendas de la juderia…
Una leyenda de amor, muerte y traición en la Sevilla del siglo XV
(En las palabras que estan en azul o en rojo podeis pinchar y os lleva a informacion sobre ello)
Si algo caracteriza a Sevilla es su riqueza en personajes históricos que bien podrían protagonizar un drama de proporciones épicas, comparable incluso a la famosa serie televisiva Arrayán. Entre estos personajes destaca Susona, una mujer cuyas pasiones amorosas trajeron consigo trágicas consecuencias para su familia en esta emocionante telenovela de la vida real, “Amar en tiempos colera”, y que también podéis ver en la Serie “Isabel “de TVE sobre la historia basada en los Reyes Católicos.
Si te ha gusta la historia una vez la leas, por favor puntua abajo del todo, compártela y deja un comentario tuyo, te lo agradeceré!
Y quien era Susona?
Susona, no solo es el nombre de una de las calles de Sevilla, sino que es el nombre de protagonista de una de las muchas leyendas románticas de Sevilla y por otro lado, oscuras de Sevilla, donde el romance, la brutalidad y la depravación no conocen límites, una joven judía que revolucionó su barrio con su pasión desenfrenada, aunque algunos se preguntan si se trataba realmente de amor o tal vez de obsesión. La historia de Susona ha sido transmitida a través de los años, aunque solo podemos dejar constancia de lo que se cuenta sobre ella.
Imagina que esta historia de amor sucede en pleno siglo XV en el barrio judío de Sevilla (conocido hoy dia popularmente como Barrio de Santa Cruz), con sus callejuelas serpenteantes y el dulce aroma de azahar en primavera (puedes hacer una ruta a pie pinchando aqui). Como dicen por ahí, “la primavera la sangre altera”, así que vamos a suponer que ocurre en esta época del año tan propicia para el romance.
Pongámonos en situación:
Antiguamente, hay que tener en cuenta que, al igual que en muchos lugares de España, las tres grandes religiones: cristiana, musulmana y judía, coexistían en armonía en la ciudad de Sevilla. Esta última religión tenía una destacada presencia en la ciudad, especialmente después de la caída del califato en los inicios del siglo XI, cuando muchas familias de Córdoba se vieron obligadas a huir de su entonces capital y refugiarse en el nuevo reino sevillano.
Los asentamientos de la primera judería se encontraban en el lado oeste de la ciudad en donde hoy se encuentra la iglesia de la Magdalena y San Lorenzo. Con el tiempo, se fue desplazando hacia el barrio de Santa Cruz y, sobre todo, San Bartolomé (lugares en los que permanecería hasta el año 1.492 en el que los Reyes Católicos dictaron la expulsión total). Todo esto te lo contamos con detalle en esta ruta, pincha aqui!
En el siglo XV, la situación en la península ibérica era un verdadero lío, con luchas internas y nobles peleando por el poder, lo que debilitaba la autoridad de la corona. Pero todo cambió cuando los Reyes Católicos subieron al trono de Castilla y Aragón. Los Reyes tomaron medidas drásticas para aplacar las revueltas y pacificar sus reinos. Una de esas medidas fue reestablecer la Inquisición con el objetivo de lograr la unidad política y religiosa, controlando a los judíos conversos, que ocupaban importantes cargos civiles y eclesiásticos en Sevilla. En 1480, tres inquisidores llegaron a la ciudad, lo cual causó preocupación en el concejo municipal, ya que muchos de sus miembros eran conversos que tenían el control político y económico de la urbe.
Los judios, un colectivo oprimido en la epoca
La mayoría de los habitantes de fe judía y como era habitual en aquella época, se dedicaban mayormente al comercio y al préstamo del dinero, que los cristianos tenían prohibido por motivos religiosos, lo cual generaba bastante antipatía entre aquellos que les debían. Y que, debido a ello, periódicamente, emprendían campañas de diferente intensidad contra ellos.
Por lo que los judíos fueron un colectivo muy oprimido en Europa durante la Baja Edad Media, y eran objeto de un odio tan profundo que la judería fue asaltada en más de una ocasión.
Los judíos de Sevilla, aunque técnicamente habían sido forzados a convertirse al cristianismo (teóricamente judeoconversos) por la presión de la Santa Inquisición, seguían siendo objeto de amenazas y desprecio por parte de los cristianos, llegando al límite de su paciencia, cansado de agravios y vejaciones. Agotados por esta situación, y mediante un complot decidieron conspirar y alzarse en rebelión, con el fin de asaltar la judería e intentar hacerse con el control de la ciudad, buscando para ello el apoyo de los moriscos, ya que los conspiradores querían que volviese el poder musulmán y realizar levantamientos sangrientos.
Los conspiradores se reunían de forma furtiva habitualmente para tramar la difusión de los planes, que incluirían la liberación de presos para que se produjeran desordenes, beneficiar el poder musulmán y llevar a cabo como antes cite levantamientos violentos en las principales ciudades.
El lugar idóneo en el que reunirían para organizar la revuelta era la casa de uno de los cabecillas de la sublevación a la corona: DIEGO SUSON.
¿Y…quien era DIEGO SUSON?
Era el judío más eminente y con más poder en esos momentos, banquero, Regidor y caballero numero 24 de Sevilla, nombrado por la mismísima Reina Isabel (la católica) debido a “los muchos y leales servicios que me habéis realizado y vuestro hacer de cada día”, mediante sus ingresos a la corona, ésta podía financiar sus guerras en los distintos frentes abiertos, como es la Reconquista de Granada. Había abrazado la religión cristiana pero el asesinato de su hijo pequeño cometido por los que dicen seguir a Cristo le hace replantearse todo. Roto por el dolor, el padre de Susana decide enterrar al pequeño según el rito hebreo. Diego Susón habia decidido volver a sus origenes judíos
De acuerdo a algunos datos históricos, aunque turbios, Diego Suson tenía dos hijas: Sara y Susana (esta última es a la que haremos referencia como “Susona”) que vivían con él.
Susona no deja de ser el apodo de la joven y hermosa judía Susana Ben Susón, muy conocida en Sevilla como la “fermosa fembra” por razones obvias. Los rumores y cotilleos de los vecinos decían que era una de las judías mas hermosas de toda Sevilla. La judía recibía un montón de piropos de varios pretendientes y tanto se llegó a creer estos elogios, que se imaginaba alcanzando un lugar destacado en la sociedad de la ciudad, utilizando estos elogios para ascender socialmente de posición.
¿Pero cómo?
Pues como se hacía todo antiguamente, acercándose a alguien de alta alcurnia. Tuvo la ocasion, a traves de la posicion de su padre en la Corte de ser una de las Damas de la Reina (pincha para ver la escena), puesto reservada a las jovenes de las grandes familias castellanas. Así que comenzó a verse en secreto con un noble caballero cristiano, que era de una de las familias más importantes de la ciudad.
La Susona por amor realizo una traición que marcaría el resto de su vida.
Una noche, mientras esperaba en su casa que todos se acostasen para ir al encuentro de su amante (para “pelar la pava”, como decimos aquí y ahora), se enteró de la conspiración que tramaban los suyos con su padre a la cabeza(pincha para ver la escena, parte de la cual consistía en asesinar a los principales cargos públicos y caballeros de la ciudad, liberar los presos capturados y llevados al castillo de San Jorge (Triana), que aunque suene bonito y medievo, no dejaba de ser un lugar de tortura para todo aquel que había sido acusado injustamente por no cumplir las pautas inquisitorias.
Temiendo que le pasase algo a su amado, y por miedo de los cauces que estaba tomando la situación, Susona salió corriendo despavorida a buscar a su amado, ya que podía morir en esa reyerta y acudió a él para advertirlo del peligro que corría y que así este pudiese ponerse a salvo. No se dio cuenta que con ello ponía en peligro a toda la colonia judía de Sevilla. Su amado la tranquilizó, y le dijo que la esperaba fuera de los muros de la ciudad al alba, para así escapar juntos y vivir su idilio.
¿Eso es lo que haría realmente un caballero de la corte?
Evidentemente no. El joven cristiano fue raudo a informar inmediatamente a Don Diego de Merlo, el asistente mayor de la ciudad de Sevilla, contándole todo lo que Susona había espiado tras la puerta de la cocina de su casa.,
A la salida del alba, Susona esperaba nerviosa y ansiosa a su caballero de noble armadura para empezar una vida nueva lejos de todos los conflictos que estaban viviendo. Las horas pasaban, sin saber lo que verdaderamente estaba ocurriendo en su casa, y es que Diego de Merlo, acompañado con tropas y del cristiano caballero, entró en una de las reuniones clandestinas de la casa de Diego Susón y apresó a todos los judíos del grupo, siendo condenados a muerte.
Susona esperó y esperó, hasta el mediodía, donde vio aparecer a su «alma gemela», o eso pensaba ella hasta que le oyó decir que él, como caballero de la corte, no podía escaparse con una judía, porque si había sido capaz de delatar a su padre que era sangre de su sangre, ¿qué iba a hacer con él? Evidentemente nunca debe de faltar en las leyendas rosas una gran moraleja sobre lazos de sangre y un poco de drama
Pocos días después fueron ahorcados en Tablada, donde se ejecutaba a los facinerosos, parricidas y peores criminales, cuyos cadáveres permanecían todo el año colgados, y una vez al año se recogían sus restos y se enterraban en el cementerio de ajusticiados en el Compás del Colegio de San Miguel frente a la Catedral.
La lista de ajusticiados fue la siguiente: Diego Susón; Pedro Fernández de Venedera, mayordomo de la Catedral; Juan Fernández de Albolasya, el Perfumado, letrado y alcalde de Justicia; Manuel Saulí; Bartolomé Torralba, los hermanos Adalde y hasta veinte ricos y poderosos mercaderes, banqueros y escribanos de Sevilla, Carmona y Utrera, como mercaderes y escribas.
La historia constata (según la legendaria historia difundida por Jose Amador de los Ríos y el padre Fidel Fita) que Diego Susón, el padre de Susona, fue procesado en el primer Auto de Fe -celebrado el 6 de febrero de 1481- y quemado por judaizante en el Prado de San Sebastián sin acusación alguna de conjura, al igual que otros prohombres de la capital del Guadalquivir.Es decir, Diego Suson fue el primer judio que paga en la hoguera la culpa de haber conspirado contra la Inquisición. Es el primer hereje que arde en las llamas de Torquemada. Podeis ver la escena de la serie “Isabel” aqui.
Distintas escenas de la serie Isabel de RTVE donde se torturaba y cumpkia la ejecucion de Diego Suson
¿Es este todo el drama que se puede esperar de la Susona?
Claro que no. Tras llegar a casa cabizbaja y llorando a moco tendido porque la habían dejado plantada a las afueras de la muralla, y con las ilusiones destruidas, nuestra querida protagonista no se imaginaba lo que allí había pasado.
Al encontrarse la puerta abierta, todo lleno de sangre y vecinos que la acusaban e insultaban por lo ocurrido, el sentimiento de culpa se apoderó de ella por la traición que había cometido.
Susana pagó un alto precio por irse de la lengua, una traición que marcaría el resto de su vida e incluso, hay leyendas totalmente diferentes que especulan sobre su destino.
Todo el artificio romancesco se basa en un manuscrito de autor desconocido conservado en la Biblioteca Colombina: “Relación de la junta y conjuración que hicieron en Sevilla los judíos conversos contra los inquisidores que vinieron a fundar y establecer el Santo Oficio de la Inquisición. La Biblioteca Colombina la podeis encontrar en la esquina de la misma catedral de Sevilla, en la Calle Alemanes.
A partir de aquí termina la historia, la de verdad y empieza la leyenda que es la parte romantica (o no) con la que yo me recreo en mis rutas para dejar un buen sabor de boca (o no, depende), de la que existen dos versiones. Según una de ellas, al ser repudiada por su pretendiente y por los judíos, como causante de la muerte de su propia gente, y tras caer en la cuenta de su grave error, la Susona, desesperada, busca ayuda en la Catedral, donde el arcipreste Reginaldo de Toledo, obispo de Tiberíades, la bautiza y le da la absolución, aconsejándole que se retirase a hacer penitencia y retirarse a un convento, como así lo hizo y permaneció allí varios años hasta tranquilizar su espíritu. Más tarde, volvió a su casa donde en lo sucesivo llevó una vida cristiana y ejemplar.
La otra versión es diametralmente opuesta: fruto de sus amores con un obispo tuvo dos hijos y, tras ser abandonada por éste, cayendo después en la pobreza y se hizo amante de un comerciante especiero de la ciudad.
¿Pero…como acaba todo esto? Tiene un final feliz?
Pero esta leyenda, como todo en la vida, tiene un final. Las lenguas cuentan que pocos días antes de morir, Susona regresó a la casa familiar. Los vecinos y las vecinas del barrio sabían que era ella porque siempre abría la ventana a la hora del rezo con el replique de las campanas de la Catedral.
Pero un día, la ventana dejó de abrirse, y las cotillas del barrio comenzaron a especular con su muerte, así que, aventuradas a dar carnaza a su historia, entraron en casa, y al pasar por la cocina, vieron a Susona muerta encima de la mesa y con su testamento, que tras abrirlo, se encontró en él escrito:
“Y para que sirva de ejemplo a los jóvenes en testimonio de mi desdicha, mando que cuando haya muerto separen mi cabeza de mi cuerpo y la pongan sujeta en un clavo sobre la puerta de mi casa, en el Barrio de Santa Cruz, y quede allí para siempre jamás”.
¿Crees que semejante actuación se llevó a cabo?
Pues dejame decirte que sí.
Se respetó su voluntad y, tras su muerte, durante más de un siglo, atendiendo a lo solicitado, la cabeza de Susona fue exhibida en el dintel de su casa, que era la primera de la calle desde el siglo XV hasta mediados del XVII. El horrible despojo secado por el sol, y convertido en calavera, permaneció allí hasta mediados del XVII.Por este motivo, esta calle llevó el nombre de la Muerte, pero por suerte se cambió en el siglo XIX a nada más y nada menos que calle de la Susona.
Actualmente esta Leyenda se encuentra grabada en una de las plazas ocultas del Barrio de Santa Cruz y el azulejo de una calavera ocupa la posición en la que estuvo durante siglos la cabeza original
Susona, has perdido la cabeza
No se sabe actualmente dónde se encuentra la cabeza de la Susona, ya que muchos dicen que la robaron para eliminar el mal augurio de la judería.
A día de hoy, en la judería aun podemos ver este azulejo con el dibujo de la misma, que se puso en sustitucion cuando quitaron la escabrosa calavera que colgaba y unas palabras que les dejo que lean que nos recuerdan la historia de la hermosa y deslenguada Susana; estas palabras se encontraban en un gran azulejo junto a la misma calavera, pero que recientemente ha sido tapado por los actuales propietarios de la casa donde figuran los hechos.
Segun dicen, algunas personas con las que me he encontrado y afirman tener amistad con los actuales propietarios de la vivienda, aun conservan los sotanos tal y como se encontraban cuando hacian esas reuniones furtivas los judios, y que tambien conservan el gancho y su cadena de donde colgaba la calavera de Susona. Tetrico, verdad?
El azulejo decia:
“Así culmina la historia de una mujer que le cegó el amor, entregando a su propio padre y que terminó sus días intentando expiar sus pecados que la agonizaron hasta el último día de su vida.”
Hay una corta y grafica version de sta historia contada por el ilustrador dibujante decomics “Dani Parker” y que te dejo a continuacion:
Una versión de esta historia apareció en 2013 en la serie de televisión «Isabel».
En 2014 se publicó la novela de ficción «La judía más hermosa», de Fernando García Calderón, protagonizada por Susona, muy recomendable y que puedes adquirir por suerte aun aqui!
Tambien hay otras obras de las que me he nutrido como son:
Para conocer más leyendas de la juderia…
pero sobre todo para descubrir y sentir cómo era aquella ciudad dentro de la ciudad que era concretamente el barrio judío –una de las mayores comunidades de esta confesión se reunió en Sevilla– puedes visitar el Centro de Interpretación Judería de Sevilla (actualmente se encuentra cerrado). Desde aquí se puede tomar un primer contacto con la historia de la Sevilla sefardí y comenzar alguna de las rutas que recorren el barrio, escenario de innumerables leyendas y lugar imprescindible de la Sevilla más auténtica.
Para esta publicacion propia me he basado y documentado en distintas obras, textos e investigaciones como son las siguientes:
- La judía más hermosa (ALGAIDA LITERARIA – ALGAIDA HISTÓRICA) de Fernando Garcia Calderon
- Susona.La conversa de Sevilla, de Maria Felix Gaya
- Historia social, política y religiosa de los judíos de España y Portugal (1875-1876) – Amador de los Ríos, José, 1818-1878
- Guion de la serie “Isabel” de RTVE, de la que parte es ficcion logicamente pero esta bastante bien documentada.
- Documentacion obrante en el Centro de Interpretacion de la Juderia de Sevilla
- Susona de Santa Cruz, drama de tradiciones y consejas sevillanas, 1ª edición de la obra póstuma de Eduardo Marquina (Sevilla, 1950) Revista Archivo Hispalense. Tomo XII, nº 39-40-41
- Tradiciones y leyendas sevillanas, de Jose Maria de Mena (imprescindible) y que puedes adquirir aqui!
- Enigmas y leyendas de Sevilla, de Ángel José Hidalgo Garrido
Te adjunto una serie de rutas a las que te recomiendo acudir, que te contaran esta historia como otras muchas de Sevilla y que puedes reservar directamente:
Tanto esta leyenda como muchas otras de este estilo te las contamos personalmente en las distintas rutas que disponemos por Sevilla, donde nuestros guias os dejaran asombrados de la riqueza historica de nuestra ciudad.. Te recomiendo acontinuacion algunas de estas rutas, algunas de ellas gratuitas.
Y RECUERDA, si te ha gustado, nos vendria genial que nos puntuaras, que le dieras un me gusta y si lo crees conveniente compartas esta leyenda a tus amigos y conocidos, que seguro que les gustara tambien!!
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